Gracias a la periodista Susana Souza y a la revista digital TodosalTeatro.com.
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Fotografía: Juan Carlos Gascón |
Hablamos con Antonio de la Fuente Arjona
Lo efímero es, en realidad, lo eterno y como eso es un poco el
teatro, además de la poesía hecha carne que dijo Lorca, aprovechamos la
eternidad y la intensidad de “Visiones de Margarita de Navarra”
para hablar con su director y dejar aquí la impronta de su enorme
experiencia. Experiencia que se nutre de la ilusión y del amor por el
teatro desde hace más de veinte años y que para nosotros es un placer
compartir.
-¿Quién eres? ¿De dónde vienes? y sobre todo ¿dónde conociste a las estupendas actrices que protagonizan Margarita de Navarra?
Mi nombre es Antonio de la Fuente Arjona
y profesionalmente vengo del teatro alternativo de los 80, acostumbrado
por tanto a bregar en todos los campos de esta profesión, tanto
artístico (interpretación, dirección o autoría) como técnico (luces,
sonido, producción), y (al igual que muchos/as de esa época) con una
formación casi autodidacta, una mezcla de práctica, experimentación,
observación y mil tropiezos.
Durante años tuve mi propia productora teatral (Producciones NO) y
cuando me harté de pelearme con la administración decidí dedicarme casi
exclusivamente a la interpretación haciendo teatro, cine y televisión,
rodeado de famosos actores y directores de renombre… Pero siempre
compaginé mi carrera de actor (que es lo que realmente me ha dado de
comer todos estos años) con la escritura (publicando y estrenando textos
teatrales, novela y guiones para empresas) y también colaborando
puntualmente como director teatral para compañías amigas.
Tanto a Mercedes García Carrasco (la actriz que interpreta el personaje de Margarita de Navarra) como a Teresa Ruíz Velasco (que interpreta a la Conferenciante) las conocí en 1996, trabajando los tres como actores en “Fisuras”,
un insólito espectáculo de máscaras y actores creado por Luis González
Carreño para el Festival de Otoño de aquel año. Después de aquello,
Mercedes y yo hemos coincidido en otros tantos proyectos, hasta que
apareció “Visiones” y la soñé como Margarita de Navarra.
-Con un texto tan complicado como “Visiones de Margarita de
Navarra”, tan difícil de interpretar y supongo que también de dirigir.
¿Por dónde se empieza? ¿Por qué elegiste este texto y no otro? ¿Qué te
atrajo de él?
Un texto como éste no se elige, llegó por casualidad, conozco desde
hace muchos años a su autora, Ángeles Carmona, y podría decirse que
concluyó el libreto en mi casa, donde residió una temporada. “Vsiones”
llegó a mis manos de manera inesperada y tras varias lecturas y
conversaciones con su autora se fue imponiendo poderosamente. Quizá tuvo
mucha culpa mi atracción hipnótica por la palabra y el lenguaje que
siempre ha marcado parte de mi creación literaria (con títulos tan
evidentes como “Palabra de Caín”, “El ladrón de palabras” o “El diálogo de la agonía”).
Pero también me sedujo su dificultad. Salvo la autora y yo, nadie del
equipo entendía las posibilidades teatrales de ese texto y ni siquiera
las actrices confiaban en su personal potencial artístico para
enfrentarse a un texto y dramaturgia de tal envergadura y nivel de
exigencia.
¿Que por dónde se empieza con un texto de tan desconcertante
naturaleza? Pues jugando y experimentando, no hay otra. Durante un mes,
la autora y yo investigamos sobre su viabilidad dramática, porque fue Ángeles Carmona
quien primero puso carne a su propio texto, y después de esbozado un
camino presentamos una propuesta de montaje al ya tristemente
desaparecido Festival Escena Contemporánea. Y ahí es cuando entra en el
proyecto Mercedes García Carrasco y poco después Teresa Ruíz Velasco. Y
así dio comienzo el fascinante proceso de dirección y ensayos, buscando e
inventando ejercicios y juegos para guiar, estimular y acompañar a las
actrices en su áspero recorrido del texto crudo a la emoción sincera.
Teresa y Mercedes han corrido, saltado, boxeado, gritado, cantado… sudor
y agujetas hasta que el verbo se hizo entraña. Pero es que hay que
añadir que todo el equipo (incluyendo a Jose Luis Cid -compositor de la
música- y Juan Manuel García Álvarez -encargado del
vesturio y la utilería-) se involucró en esta locura de igual manera, al
cien por cien, y a pesar de sus dudas nunca cuestionaron mis
decisiones, ayudándome a visualizar luminoso y nítido el resultado, esa
puesta en escena a la que por fin hoy nos acercamos, tras tres años
(entre ensayos y funciones) de intenso trabajo.
-Dada la difícil situación por la que atraviesa España y
teniendo en cuenta que el teatro siempre estuvo en crisis, ¿cuál es el
secreto para que una compañía de corte alternativo resista el envite del
tiempo?
Vivimos una época donde ya no hay secretos ni estrategias, no para
los que estamos en el filo, rozando la clandestinidad. Tener un buen
producto no asegura ni éxito ni supervivencia, no en este país al menos.
¿Qué nos queda entonces? Capacidad de adaptación y mucha improvisación,
vamos resolviendo día a día con imaginación y gran esfuerzo y porque
crear es una necesidad que por ahora puede más que la frustración ante
una situación política, social y cultural tan lamentable. También, en
nuestro caso, disponer libremente de un lugar como El Taller del Callejón,
permite un proceso único de experimentación e investigación sin prisas,
un local que también ha evolucionado de manera lógica de sala de
ensayos a singular espacio de exhibición y encuentro entre público y
creador.
-El teatro es emoción, pero también es técnica. ¿Crees que el
equilibrio perfecto entre ambas asegura el éxito de una obra o define
la calidad de un actor?
Por supuesto el equilibrio de ambas define la calidad de un
actor/actriz y permite llevar a buen puerto un espectáculo. Pero una vez
ante el público prefiero mostrar emoción antes que técnica, como un
mago que hipnotiza al espectador escondiendo el truco.
La técnica se consigue a base de estudio y experiencia, pero es que
incluso la emoción puede ganarse con perseverancia y esfuerzo. Este
espectáculo es un ejemplo. Ni Mercedes ni Teresa se habían enfrentado
nunca a un texto parecido a “Visiones”, no tenían referencias ni apoyos,
casi nada de lo que habían hecho anteriormente les serviría para asumir
estos nuevos personajes. Y aún así lo consiguieron, poco a poco se
entregaron, dejando de lado dudas y miedos, todavía sorprendiéndose al
descubrir (ensayo a ensayo, representación a representación) que ya en
ellas latían esas dos mujeres, llenas de matices inéditos, en el modo de
sentir, de moverse, de expresarse, incluso en los tonos novedosos de su
voz. Es maravilloso cuando un actor o actriz se apropia (o se permite
poseer) por fin de su personaje con entusiasmo y confianza y lucidez.
-Qué obra te gustaría abordar, venga, un sueño. Y con qué actores
El sueño que me persigue día y noche desde hace tiempo es ver en escena uno de mis textos más queridos: “El diálogo de la agonía”,
y con un proceso similar al llevado a cabo con “Visiones”. Hubo un
momento (cuando De la luna Libros publicó el texto en 2007) que lo
imaginé interpretado por las famosas actrices con las que trabajaba en
esa época (Verónica Forqué, María Galiana o Julieta Serrano) ahora sin
embargo preferiría actrices de menos relumbrón (pero igual de
estupendas) para un resultado más discreto, íntimo y desde luego más
emocionante. Por supuesto en esa aventura repetiría gustoso con Mercedes
y Teresa.
Pero para montar ese espectáculo haría falta un esfuerzo de producción que ahora mismo no está a nuestro alcance.
-¿Hasta cuándo podremos ver “Visiones de Margarita de Navarra” en El Taller del Callejón y cuál será tu próximo proyecto?
Creo que tenemos “Visiones” para rato, seguiremos hasta junio con los
pases sabatinos en nuestra sala de Madrid, El Taller del Callejón,
aparte de los bolos que vayan saliendo. Y en cuanto a mis próximos
proyectos, hay varios haciendo cola:
-primero el estreno en abril de “Tacón y pala”
en la sala 20m2 de Madrid. Una micro-comedia siniestra que he escrito y
dirigido para dos jóvenes actrices: Rocío Anker y Cristina Gómez;
-después está esperando su turno “La semilla”
(premio FATEX’13, que será publicado a lo largo de 2014 por el Centro
de las Artes Escénicas y de la Música de Extremadura) para el que busco
financiación y producción;
-y finalmente tengo pendiente la escritura y publicación de mi próximo título para Ediciones de la Torre, dentro del proyecto “El teatro una herramienta en la escuela”,
una teoría o fantasía pedagógica/teatral en la que llevo ahondando
desde hace años y que ya ha dado sabroso fruto en cuatro divertidos
textos de teatro para niños/as: “El ladrón de palabras”, “La sombra misteriosa”, “Mi amigo Fremd habla raro” y “La rebelión de los números”.
Para leer la entrevista original visitar este enlace:
http://www.todosalteatro.com/30263/entrevista-antonio-fuente-arjona-director-visiones-margarita-navarra.html
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